Cuán subjetiva es la eternidad...
Siente que hace una eternidad se encuentra atrapado en el vacío.
Eternamente espera llegar a algún lugar, cual sea,
para abandonar ese espacio frío, inmutable.
Levanta la vista, y frente a él se descubre,
nuevamente, la eterna tentación, y,
entre todo ese orden oscuro, aparece, rebelde,
El Caos...
Y ese caos rompe, al fin, la desesperante armonía,
y se transforma, en una idea.
Y esa idea se transforma, en un impulso,
y ese impulso se trasforma en una orden,
y por esa orden él levanta su mano,
y, con su mano apoyada en el tablero, estira su dedo,
y, de su dedo, posa la yema en el botón
y con la yema siente el relieve de cada letra: "E-Y-E-C-T-A-R."
Y la espera se hace eterna...
Su dedo se hunde en el botón,
con la furia contenida de todo cautiverio,
y en un instante efímero, pero eterno, se encuentra fuera,
flotando en aquel vacío,
sin posibilidad de volver atrás.
Se da cuenta de que se arrepentirá.
Se arrepentirá eternamente, pero no importa.
Porque se da cuenta, también, de cuan subjetiva es
la eternidad...