Tuve que deshacerme de todo... sólo para comprender que no debía deshacerme de nada.
Sentí desdén a la calidez de los abrazos. Narré mi historia con soledad en su nombre.
Anduve y desanduve, una vez más: Solo.
Viví en soledad.
Y así morí.
Solo, y sólo para comprender que no tiene que ser así.
No niego mi historia. Pero aquí comienza de nuevo.
"Bitácora de El. Día uno: Solo, no más"