sábado, 28 de noviembre de 2015

De la arena.

Entonces cayó en el mar, desde el cielo, y el agua regó la blanca arena. Abrió los ojos, en la profundidad, pero no estaba oscuro. Una sirena lo acogió, entre sus brazos.
 Ella colocó con ternura su dedo en donde debería estar la boca del astronauta, de no ser por su pesada escafandra, y dijo "Shh". Y el calló.
 Lo soltó, y el hombre comenzó a flotar. En la superficie las aguas turbulentas lo llevaron a fuerza de azotes hasta la orilla, donde se sentó. Y el esperó.
 Largo tiempo espero a la sirena. Horas, y días, y meses, y años, y siglos, hasta que el tiempo se hizo incontable. Unas palmas húmedas, que goteaban vida, se posaron sobre su espalda. Era la sirena, pero no estaba allí. Entonces, y solo entonces, se levantó. Miró una vez la pesada selva que se alzaba a sus espaldas. Y el se adentró.




 La sirena recorría los vastos océanos una vez más. Nada, nunca, se salía de su sitio. Algo entró con furia en el agua, y comenzó a hundirse. El mar se enojó, y se impacientó.
 La sirena se dirigió hacia el recién llegado. Lo tomó, lo calmó. Lo calló... "Shhh", le dijo, no quería que el mar se percatara, y con serenidad lo mandó a la superficie. Luego de un tiempo, el mar se calmó, y ella quiso escapar. El silencio había sido una promesa. Una promesa de reencuentro. No supo por donde salir. Por donde escapar. "No estoy huyendo de nada, estoy corriendo hacia algo", se dijo. Recorrió el basto océano una vez más, y encontró un manantial, en el centro de la selva: El corazón de las aguas.
 Entonces buscó a aquel hombre. Lo buscó en su memoria. Lo buscó en el miedo. Lo buscó en la esperanza, en la vergüenza, en la duda, y en el destino, y en la soledad, y en el fuego,y en el hogar, y en la lluvia, y en las edades, y los muros, los sueños, y la eternidad, en el cosmos, y en el caos... y lo encontró allí: Solo en el espacio. Solo en el vacío.


martes, 24 de noviembre de 2015

De la soledad. Segunda parte: no más.

Tuve que deshacerme de todo... sólo para comprender que no debía deshacerme de nada.
Sentí desdén a la calidez de los abrazos. Narré mi historia con soledad en su nombre.
Anduve y desanduve, una vez más: Solo.
Viví en soledad.
Y así morí.
Solo, y sólo para comprender que no tiene que ser así.

No niego mi historia. Pero aquí comienza de nuevo.

"Bitácora de El. Día uno: Solo, no más"

domingo, 22 de noviembre de 2015

Así nacen las estrellas.

Absoluta... así es la oscuridad que reina este cuadro.
¿Qué es eso? ¿Es un aroma? No.
¿Es una imagen? No.
Es un sonido... ¿Un sonido?
¿Qué sonido?
¿Cuál sonido?
Son las estrellas naciendo... No, es regular.
Son los segundos que se me escapan... No, es cercano.
Son todos los finales que invite... No, es involuntario.
Son relojes... No, es en mi. -
Es un palpitar... Si, así se siente.
Fluye.
Es cálido.
Es mi corazón. Es mi vida. Es mi historia. Es mi muerte. No es nada. Es todo: Soy yo.

Yo solo.
Solo, en el espacio.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Del silencio.

Abandonado, olvidado, asesinado, cansado, estafado, decepcionado... vacío...
 Decide terminar su agonía, este parece ser el final de su viaje... su misión lo ha consumido, nunca tuvo oportunidad de lograrlo y lo entiende ahora. Mientras vaga por el infinito espacio decide quitarse su escafandra, y soltarla a la deriva. Se deshace del poco oxigeno que le quedaba en los pulmones... y los llena de vacío. Se asfixia, aunque el nudo en su garganta ya no lo dejaba respirar. Y hace silencio... el silencio como una daga le punza el pecho, y solo, abandonado, olvidado, asesinado, cansado, estafado, decepcionado, vacío, se deja morir.

 Una frase suena... pero nadie jamás llega a oírla, y muere al fin... muere,

lunes, 7 de septiembre de 2015

De la soledad

Solo, en el espacio... solo.

viernes, 21 de agosto de 2015

martes, 28 de julio de 2015

lunes, 25 de mayo de 2015

Capitulo trece: De la doncella.

 La doncella tensaba su arco con firmeza... apuntaba con frialdad, y nunca fallaba... Sus flechas se dirigían siempre al vacío, y se perdían, sin embargo ella afirmaba que había dado en el blanco... y no mentía: Su blanco era el vacío.

domingo, 5 de abril de 2015

Capitulo 12: De las sirenas.

Las sirenas, luego de tantos millares de años, se cansaban
y empezaban a cantar para ellas mismas.
Se juntaban de a pares, y cantaban: Una para la otra.
Se hipnotizaban, y se enamoraban: Una de la otra.

Se atrapaban, y toda la eternidad la vivían así, junto a la otra...
uno comenzaba a dudar si estaban hipnotizadas, o si ese era amor.
Amor del más puro. El más eterno.
El más vacío amor...


Y cuando su compañera muere, y la abandona,
desolada la sirena canta.

 Tan desgarradoramente... que nadie se atreve a pensar que el sonido no viaja en el vacío...

domingo, 29 de marzo de 2015

Capitulo 11: Del anciano y su planta.

-...No lo recuerdo, ya. Pero creeme, recordar el nombre es baladí, mientras se recuerde quien es uno -Dijo el anciano, sentado al borde de la roca-.

- Y, entonces ¿Recuerda quién es? -Pregunté-.

- No lo recuerdo, ya, pero creeme, recordar quién es uno, es en vano, si se recuerda qué hacía uno en antaño -Mencionó, como si tuviese la misma excusa para todo-.

- Pero, usted no recuerda quién era en antaño ¿Verdad? -Tratando de anticiparme-.

-¡Por supuesto que lo recuerdo, tonto! -Dijo ofendido, el viejo- De otra forma ¿Para qué estaría aquí?

-Tiene razón... -Le hice notar, aunque yo pensaba que nada de eso tenía sentido-.

 Me senté junto a él, al borde del risco, y guardé unos minutos de silencio. No quería molestar al anciano, que ahora parecía dormitar, así que ahogué algunas preguntas, pero luego de algunos minutos más retomé mi cuestionario:

- ¿Qué hay de la planta? -Dije, haciendo referencia a la planta que sus manos abrazaban con tibieza-.

- No sé. Ha estado allí desde que tengo memoria... recuerdo cuando era tan solo una semilla,que regué con mi sudor, entibié en mi pecho, y la extendí en mis brazos, para que viera la luz del sol... se convirtió en la razón de mi existencia, y olvidé todo... y ahora estoy vacío...

-Vacío... -Suspiré-.

-Pero... al verla -Dijo-... Al verla me siento más lleno que nada...

 Sin nada para decir, me levanté y lo dejé... allí... vacío, pero con las raíces llenas...

miércoles, 25 de marzo de 2015

Capitulo 10mo: De las estrellas.

Y entonces, tu lamida, riega las grietas,
de las heridas más abiertas. Las más sangrantes.
Y el roce de tu aliento risueño, deshiela las quimeras, y los
grandes témpanos se dispersan, siempre soñando alguna vez encontrarse,
para formar nuevamente el fantasma que fueron...
mas, sigan soñando...

Ningún tormento eriza, ya, la piel, que ha sido regada por tu lamida...

martes, 24 de marzo de 2015

Capitulo 9no: Del anillo de rocas.

"Las rocas no presenciamos muchas cosas... a estas alturas, todas somos ancianas, y la memoria suele fallarnos. Sin embargo, nunca olvidaré la siguiente historia...


 Era tarde, y los soles ya se habían ocultado, cuando, lo vimos. De las alturas, las demás rocas del anillo, y yo, vimos un pequeño cuerpo que se acercaba... más bien, caía a nuestro encuentro. Con atención (Y sin poder hacer mucho) observamos como el cuerpo tomaba velocidad al acercarse al suelo. Y en algunos minutos impacto contra él...
 A medida que la nube de polvo de disipaba, pudimos verlo: A gran velocidad, y en el centro del anillo, había caído alguien. Su forma era rara, sin embargo, muchas de nosotras habíamos visto ya cuerpos similares.
El sujeto quedó tumbado, sin hacer nada... Con ese grueso traje blanco a duras penas se distinguía su respirar.
 Varias semanas estuvo allí... en esa insoportable quietud (Y lo dice una roca), hasta que un día despertó... y se puso de rodillas. Recorrió toda la superficie con la mirada, varias veces, y así se quedó, varias semanas más: De rodillas.
Todas nosotras tratábamos de adivinar en qué estaría pensando... intentábamos ver a través del vidrio de su escafandra, pero era inútil... el no mostraba nada... cómo si el traje estuviera vacío.
De repente colocó ambas manos sobre su casco, y lo sostuvo... Era evidente lo que pensaba hacer. Todas nosotras sabíamos que quitarse la escafandra lo mataría, pero nada podíamos hacer... solo ver... era insoportable.
Sus manos comenzaron a girar el casco, lentamente lo desajustaban... podía sentirse la duda hasta en los huesos... ¿Por qué se quitaría la vida? ¿Que lo habría llevado a eso? ¿Por qué parecía hacerlo con mucho pesar?... Y el casco cada vez más flojo, por fin salió... pero no mostró su cara... como si no lo mereciera, quedó de rodillas, mirando la blanca arena... Durante unos minutos el silencio fue absoluto... y cuando no pudo más soltó una fuerte exhalación, y por reflejo tomó una gran bocanada de aire... No pasó nada...
Cómo si quisiera estar seguro volvió a repetirlo: Exhaló e inhaló... varias veces... y, nada. Aire. Aire puro. Aire completamente respirable invadió sus pulmones, aire fresco, aire limpio... aire...

 Silenció... apretó fuerte la tierra, y sus sollozos la humedecieron..."

domingo, 22 de marzo de 2015

Capitulo 8vo: Del vacío y la esperanza.

Bitácora de El (Alguna fecha; alguna hora; algún lugar):

 Algunos me ven medio lleno.
 Ya estoy medio vacío.

 No distingo entre la realidad y el sueño,
 nunca siento frío, o hambre,
 sed, miedo, dolor;
 o sueño...

 ¿Fracasé? ¿Alguna vez tuve oportunidad de conseguirlo?
 Una parte de mi aún cree que esto es parte del desafío;
 que debo vaciarme para comprender.
 Pero tan solo creer eso es tener esperanza...
 entonces ya no estoy vacío...

 Soy una caja de Pandora.