miércoles, 25 de marzo de 2015

Capitulo 10mo: De las estrellas.

Y entonces, tu lamida, riega las grietas,
de las heridas más abiertas. Las más sangrantes.
Y el roce de tu aliento risueño, deshiela las quimeras, y los
grandes témpanos se dispersan, siempre soñando alguna vez encontrarse,
para formar nuevamente el fantasma que fueron...
mas, sigan soñando...

Ningún tormento eriza, ya, la piel, que ha sido regada por tu lamida...